Opinión - Nos jugamos el futuro: retos para la inversión
Por Alejandro Reyes - Economista principal de BBVA Research
El crecimiento de la economía colombiana para el tercer trimestre del año sorprendió por lo bajo (-0,3% anual). Entre sus componentes, se destacó un débil desempeño de la inversión, con una contracción de 11,0% anual, el más débil desde finales de los 90, excluyendo la pandemia. Este resultado requiere mucho más que un comentario, pues la inversión es una de las piezas más relevantes de cara al futuro de la economía. Para ello, quisiera aportarles un poco de contexto histórico.
La inversión tuvo una fuerte caída en la pandemia, pero su recuperación, a diferencia del resto de la economía, ha sido lenta. Hoy alcanza apenas un 94% del nivel que tenía en diciembre de 2019, mientras que la economía está ya en el 111% o el consumo en el 119%. Al interior de este dato se destacan dos realidades muy diferentes. La inversión en maquinaria y equipo, con 120%, mostró una buena capacidad de recuperación. Pero, la inversión en construcción, con apenas el 79%, y, dentro de esta, la no residencial y de infraestructura con el 65%, muestran un profundo rezago, con niveles similares a los observados en 2012 y 2009, respectivamente.
En la coyuntura actual, los principales factores que limitan el buen desempeño de la inversión son: i.) las altas tasas de interés reducen el universo de proyectos rentables; ii.) la baja tasa de ahorro nacional, en 14,6% del PIB, limita la expansión de la inversión; y iii.) la incertidumbre económica, social y política, reduce la confianza de quienes toman las decisiones de inversión.
Esta realidad exige enfilar nuevamente todos los esfuerzos económicos en torno a la inversión. Se requiere de acciones coordinadas del sector público y privado en pro de incentivar la inversión. Solo de esta forma, el país será capaz de regresar a tasas de crecimiento elevadas y nuevamente mejorar, de forma estructural, las condiciones de vida de sus habitantes.